...ABSORTA EN SU CONTEMPLACION...

Veía como mis frágiles alas doradas brillaban con la luz del sol que pasaba a través de ellas. Después de libar el néctar de una pequeña flor, me desplacé a la siguiente. Y luego a la otra.

Era un enorme placer volar así, ingrávida y libremente. Me parecía que el tiempo quería detenerse en cada bancal de flores, pero yo no podía esperar. Al final, la campiña esta llena de flores y todo continua inexorablemente su camino hacia adelante.

De repente, me detuve a contemplar objetivamente a otro insecto alado que avanzaba pausadamente por el mismo bancal, se dirigía hacía mi. Me tenía absorta en sus movimientos. Alargo mi vuelo por el bancal sin dejar de observar pacientemente, él sigue su avance sosegado y discontinuo, yo sigo absorta en su contemplación...