…flor de loto…
El calor hacía que mi sensación de languidez aumentara, recién perfumada y acariciada suavemente por mi pijama de seda, me estiré en la cama. Observé como las sombras del atardecer se reunían alocadamente en una esquina de la terraza. Agazapadas tras el magnolio, jugaban a confundirme y murmuraban entre si. Me quedé dormida casi al instante y me sumergí en mis sueños. Estaba en un paraje desconocido, iluminado con grises tonalidades, el estanque me esperaba rebosante de agua cristalina y flores de loto. Me invitabas a seguirte, tus ojos y tus manos me reclamaban furiosamente. Rápidamente, me hundí en el refrescante líquido. Mientras te alejabas cada vez más, volvías tu mirada advirtiéndome de mi lentitud. No me escuchabas, no querías o no podías…
Me desperté cuando en el cielo empezaba a clarear, a pesar de la oscuridad reinante una tenue luz se escurrió en el interior y, se posaba en tu rostro con placer. Lo enmarcaba cariñosamente, destacando tu suave sonrisa. Me levanté despacio, no quería despertarte. Moví las cortinas con energía, la luz se alejó tranquilamente. Se fue, sin importarle que yo ocupase su lugar.
Comentarios
Un beso Gato..
este frio llegó hasta mi!
Un saludo
Un saludo.